domingo, 23 de febrero de 2014

Septiembre

La luz que refleja el cielo en las tardes lluviosas de Septiembre en las calles de Querétaro, suelen causar nostalgia entre sus habitantes. Que suele tener la cuidad mojada que alberga el sentimiento de nostalgia hasta en el aire que se respira.

Camino lento, con mis audífonos a todo volumen, evitando recordar, esquivando tu nombre de mi corazón. Sabes aun conservo el anillo pero lo tengo en una cadena en mi cuello, deseo tanto aferrarme a que esto solo es un tiempo y no un verdadero hasta nunca. Por fin encuentro un lugar.

<...>

Estoy sentada en aquella banca donde nos besábamos enfrente de la iglesia de Santa clara, sonriendo por afuera, llorando por dentro. Tal vez no lo sepas pero el aire me cala hasta los huesos, mi cuerpo tiembla exigiendo tú calor. Sé que estoy hablando para nadie, que estoy perdiendo el juicio y que aquí no hay nadie ya. Pero si acaso estas escuchando LÁRGATE YA.  Cada vez que te recuerdo viene una imagen de tu y yo des afanados en el parque.

¿Te puedo preguntar algo?
¿Tú donde estás?, ¿me extrañas?, ¿sientes frió sin mis labios buscándote en 300 kilómetros de distancia? ¿Extrañas hablar hasta medianoche? ¿Extrañas mi cuerpo tanto como yo el tuyo?